La idea de que ahora la audiencia sea más participativa que antes, creo que es estupenda. Sin embargo, no confundamos. El usuario puede opinar, aportar conocimientos, pero hay que tener especial cuidado en lo que catalogamos como información o como opinión. Sí, porque podemos encontrarnos casos en los que el usuario realice un buen trabajo, sus ideas sean coherentes y claras, pero en muchos otros, en los que comience a producir contenidos que no deberían de considerarse información, porque no lo es.
El periodista debe seguir manteniendo un papel que le diferencie del resto. Es magnífico que la gente se interese por los temas sociales, que participen, pero eso también conlleva a que en muchos casos parte de los contenidos que se difunden sean falsos. Por ello, está bien que el periodista cuente con "colaboradores" que se interesen y completen su trabajo, pero él, como profesional que es, deberá distinguirse del resto.
Y deberá hacerlo contrastando sus ideas con las fuentes, estudiando los contenidos, jerarquizando la información... Y sobre todo, creo que una de las cosas más importantes es que el periodista sepa en cada momento que es lo que debe emitir a la audiencia. La información es cada vez mayor, su extensión no se puede controlar y está bien que se mire por el interés social del público, pero no dar siempre lo que éste pide porque a veces los temas que más interés generan son contenidos que se alejan de la información que merece la pena ser transmitida.
"No todo comentario es información, decir cualquier cosa no es participar, enviar cualquier foto no es hacer periodismo ciudadano", como dice Miguel Wiñazki en el vídeo y ahí está la tarea de todos: la de saber diferenciar entre la verdadera información y la opinión de los ciudadanos. Un periodismo ciudadano que, como por otro lado dice Roberto Guareschi, tiene mucho futuro.
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